Visita privada: Un piso reformado a la medida de una joven pareja
Los dueños de este piso en Madrid han encontrado en Houzz a las profesionales perfectas para la reforma de su casa.
Débora López y Jorge Pérez querían reformar la casa en la que viven con su hija pequeña, Olivia, y donde antes habían vivido los abuelos de ella. Buscando profesionales en internet llegaron a Houzz, donde descubrieron el trabajo de Emmme Studio a través de su perfil en la plataforma. Una vez decididos hablaron con Ana Martín, arquitecta y una de las fundadoras del estudio. Débora y Jorge le contaron que su idea era conservar la esencia familiar y los recuerdos de infancia que Débora tenía, pero que necesitaban un piso más cómodo, funcional y moderno.
Como decíamos, Emmme Studio ha reformado el piso sin perder esa esencia familiar que los dueños querían conservar. “Los cambios que hemos hecho son muchos y muy pensados y, sin duda, todos necesarios para conseguir la casa que los clientes querían”, dice Martín.
Paradójicamente, y pese a todas las ventanas que había en el piso, la sensación era la de un interior sin mucha luz natural. “Al entrar, la casa era oscura y no daba la impresión de tener los metros que en realidad tiene porque un tabique separaba la entrada del salón y porque el techo del salón era demasiado bajo”, dice la arquitecta. Por eso, la primera decisión fue abrir la entrada al resto de la zona de día.
Además de . “Esta es una casa muy grande, pero todo parecía pequeñito. El techo de la segunda parte del salón –donde está el sofá rosa– estaba a la altura de la viga que cruza a lo ancho de la estancia”, explica la profesional. Por supuesto, también se ha prestado especial atención a la iluminación artificial, solucionada mediante focos empotrados y tiras led en lugares muy concretos.
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Paradójicamente, y pese a todas las ventanas que había en el piso, la sensación era la de un interior sin mucha luz natural. “Al entrar, la casa era oscura y no daba la impresión de tener los metros que en realidad tiene porque un tabique separaba la entrada del salón y porque el techo del salón era demasiado bajo”, dice la arquitecta. Por eso, la primera decisión fue abrir la entrada al resto de la zona de día.
Además de . “Esta es una casa muy grande, pero todo parecía pequeñito. El techo de la segunda parte del salón –donde está el sofá rosa– estaba a la altura de la viga que cruza a lo ancho de la estancia”, explica la profesional. Por supuesto, también se ha prestado especial atención a la iluminación artificial, solucionada mediante focos empotrados y tiras led en lugares muy concretos.
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Ya sin ese molesto tabique en la entrada, la cocina queda a la vista. Como Débora y Jorge tenían claro que querían una cocina integrada en el salón, las profesionales les propusieron conectarla visualmente con el resto de la zona de día. Para conseguirlo, desplazaron un tabique y colocaron una cristalera en la mitad superior. Así, la cocina queda más recogida, pero al tiempo gana en profundidad visual”, explica la arquitecta.
No hay duda de que las pequeñas decisiones de las profesionales, su atención por el detalle, han transformado este espacio. Otro ejemplo en este sentido es que un tabique que había entre la cocina y uno de los baños también se ha movido para ganar algo de espacio en la cocina; concretamente 60 cm de ancho robados al baño que han servido para acoplar en la cocina dos frentes de armario con muebles lacados en gris: uno para el fregadero, el lavavajillas y un armario; y el otro, justo enfrente, con la vitrocerámica y cajoneras. De esta forma, la cocina parece más ordenada porque el fregadero queda oculto detrás del tabique por donde pasan las instalaciones del baño.
► Encuentra información e inspiración para tu próximo proyecto en casa en la sección ‘Reformas’ de la Revista Houzz España
No hay duda de que las pequeñas decisiones de las profesionales, su atención por el detalle, han transformado este espacio. Otro ejemplo en este sentido es que un tabique que había entre la cocina y uno de los baños también se ha movido para ganar algo de espacio en la cocina; concretamente 60 cm de ancho robados al baño que han servido para acoplar en la cocina dos frentes de armario con muebles lacados en gris: uno para el fregadero, el lavavajillas y un armario; y el otro, justo enfrente, con la vitrocerámica y cajoneras. De esta forma, la cocina parece más ordenada porque el fregadero queda oculto detrás del tabique por donde pasan las instalaciones del baño.
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“Antes, la cocina era muy estrecha y solo tenía un frente”, cuenta la propietaria. Al fondo, donde hoy está el luminoso office, había un tendedero-despensa. En todo caso, a la izquierda de la mesa del office (según estamos situados en la imagen) hay una habitación “que inicialmente era de servicio, después funcionó como el despacho de mi abuelo y actualmente es un lavadero; otra de las peticiones que hicimos a Emmme”, cuenta la dueña.
La zona de día y la de noche de la casa estaban bien definidas y no ha hecho falta reubicar los usos. En todo caso, “sí hemos ajustado el tamaño porque hacía falta darle proporción a los espacios para que todo fuera más funcional y cómodo”, cuenta la arquitecta.
Otra petición de los dueños ha sido la de tener un despacho para cada uno. “Para nosotros era imprescindible tener despachos separados. Yo estoy estudiando otra carrera –dice Débora– y Jorge escribe y le gusta tener a mano sus discos y libros. Pasamos mucho tiempo en ellos”. El de la foto que acompaña este texto es el de Jorge y es el más grande.
“Sí, él se quedó con el más grande, pero yo me he apropiado del vestidor junto a nuestro dormitorio”, sonríe Débora.
Como ya hemos dicho, el salón se beneficia ahora de toda la luz natural de esta galería: el lugar favorito de Débora. “Aquí he montado un pequeño taller casero donde hago cerámica y es donde paso más tiempo”.
En la fotografía superior, la propietaria, a la izquierda, y la arquitecta posan juntas en la galería, que en el plano del piso que se puede ver más arriba se reconoce fácilmente por ser la zona cuadriculada.
En la fotografía superior, la propietaria, a la izquierda, y la arquitecta posan juntas en la galería, que en el plano del piso que se puede ver más arriba se reconoce fácilmente por ser la zona cuadriculada.
La galería ya existía, pero “hemos cambiado el suelo por un cerámico que imita el original. También hemos limpiado el ladrillo de las paredes e instalado focos de superficie orientables”, detalla la profesional.
Junto a la hamaca llama la atención uno de los muebles de la abuela de Débora (ver foto anterior): “es un lavabo antiguo, muy rudimentario, que tiene un grifo y por debajo un depósito”.
Además, Débora y Jorge han rescatado muchos otros objetos familiares, como el espejo dorado que hay detrás de la hamaca, la mecedora que se ve en la foto superior, una butaca baja que han retapizado en rosa y ahora está en el dormitorio, etc.
Junto a la hamaca llama la atención uno de los muebles de la abuela de Débora (ver foto anterior): “es un lavabo antiguo, muy rudimentario, que tiene un grifo y por debajo un depósito”.
Además, Débora y Jorge han rescatado muchos otros objetos familiares, como el espejo dorado que hay detrás de la hamaca, la mecedora que se ve en la foto superior, una butaca baja que han retapizado en rosa y ahora está en el dormitorio, etc.
Esta es la habitación principal, muy luminosa y con orientación sur. De líneas sencillas, los tonos rosa y gris definen su estilo. Lo mejor, Débora y Jorge cuentan con un armario empotrado con bastante fondo y un altillo.
La selección de los materiales sigue un hilo conductor. “Buscamos un estilo romántico-vintage y los elegimos para que no fueran idénticos en toda la casa pero sí existiera cierta conexión estética entre ellos”, dice la arquitecta. Por ejemplo, el suelo laminado oscuro, con bastante nudo en su dibujo, es el mismo en toda la casa excepto en los baños, la cocina y la galería, que comparten el mismo suelo cerámico hexagonal.
► Disfruta con todas las fotos de este proyecto y los detalles de este bonito piso en Madrid
La selección de los materiales sigue un hilo conductor. “Buscamos un estilo romántico-vintage y los elegimos para que no fueran idénticos en toda la casa pero sí existiera cierta conexión estética entre ellos”, dice la arquitecta. Por ejemplo, el suelo laminado oscuro, con bastante nudo en su dibujo, es el mismo en toda la casa excepto en los baños, la cocina y la galería, que comparten el mismo suelo cerámico hexagonal.
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Los dos baños de la casa se han renovado por completo. Uno es ‘el de las chicas’ (Débora y la pequeña Olivia) y el otro, que vemos en la foto superior y en la siguiente, el de Jorge. “A pesar de que coincidimos en bastantes cosas, tenemos gustos distintos y, así, cada uno puede decorar su baño según su estilo. Jorge, por ejemplo, tiene cuadros con Mick Jagger o los Beatles y unas figuritas de Tintín”, comenta Débora.
En todo caso, ambos son parecidos estéticamente. Para el alicatado, por ejemplo, se han utilizado azulejos grises de idéntico formato, combinados en en el baño de ellas con un suelo en tonos rosa y en el de él, en color beige.
Esta es la habitación de Olivia, el único cuarto en el que el blanco no es el color protagonista.
“Estamos realmente muy contentos con la reforma de la casa. Emmme Studio ha conseguido que siga siendo la casa de mis abuelos, pero le han dado nuestro estilo y sobre todo han conseguido que sea más cómoda”, dice Débora.
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¿Y A TI?
¿Qué es lo que más te gusta del piso de Débora y Jorge? Esperamos tus comentarios
“Estamos realmente muy contentos con la reforma de la casa. Emmme Studio ha conseguido que siga siendo la casa de mis abuelos, pero le han dado nuestro estilo y sobre todo han conseguido que sea más cómoda”, dice Débora.
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¿Y A TI?
¿Qué es lo que más te gusta del piso de Débora y Jorge? Esperamos tus comentarios
Quién vive aquí: Débora López, Jorge Pérez y Olivia, la hija pequeña de ambos
Situación: Madrid
Superficie: 130 metros cuadrados
Proyecto: Emmme Studio
Presupuesto: 100.000 €
Fotografía: Javier Bravo / ©Houzz España 2020
“Desde que tenía 7 años, Débora ha disfrutado de cada rincón de este piso y por eso nos pidió una reforma moderna, funcional y cómoda, pero que conservara todos los pequeños recuerdos de su infancia”, dice Ana Martín, arquitecta responsable del proyecto.
Débora se puso en contacto con Emmme Studio porque en el perfil de las profesionales en Houzz vio proyectos que encajaban con su estilo. “Lo que más me gusta de Houzz es encontrarme con reformas reales y el intercambio directo entre los profesionales y los dueños de las casas. Como usuario da confianza. Nosotros tuvimos una muy mala experiencia con la reforma de una casa y no queríamos que volviera a suceder lo mismo. Ver que en Houzz los arquitectos tiene un espacio para enseñar sus proyectos y que, además, los usuarios pueden opinar fue definitivo para que contratáramos la obra a través de la plataforma”, afirma Débora.